Este poema empezó a ver la luz a partir de una respuesta a un poema de Sandra Garrido en su blog, que me surgió en forma de verso.
Poema para una amiga.
Naciste con la lluvia de abril,
melancolía de fuego,
es Marte quien te empuja,
quien te mira de lejos.
Eres la lluvia de abril
adelantada a su tiempo,
descarnada en un poema,
de sal, añil, de miedos
desgarrados de osadía,
que te empujan a ese océano
de un volcán abrasador,
o de jazmines bajo el hielo.
Eres la lluvia de abril
que despierta nuestras almas,
y saca el barro de esta piel
tu poesía despojada.
Eres mujer valiente,
de vehemente palabra,
que hace remover la silla
de la conciencia sentada.
Con un corazón tan grande
que se te escapan las palabras,
desnudas, a borbotones,
antes de que puedas besarlas.