Me rescatarás ausente
con el ayer en los labios,
insaciable de caricias
anhelante de tus manos.
Respiraré tu fragancia;
tu aroma es irrepetible,
y me traslada al mañana,
a ese deseo que tiñe
la negrura por tus ojos,
mi silencio de palabras,
el ocaso de esperanza,
de tus ansias, de mis ansias.
los ladrillos de mis ojos
que derriba tu mirada,
que despide los ayeres,
e ilumina mis entrañas.
el vacío por tus manos;
las que dibujan mi cuerpo,
y esa escarcha de mis labios
derretida por tus besos.
Me rescatarás ausente
con ayer ennegrecido,
como barro voy soltando,
entregado a tus sentidos.