Te encontré, amor,
por casualidad, sin buscarte,
sin esperarte,
sin adivinar que tú vendrías.
Y trajiste, sin saberlo,
tu equipaje,
y te instalaste en un rincón,
de este alma mía.
Y mi corazón deshizo las maletas,
colocando en su interior
lo que en ellas contenía:
tu amor por mí...
y todas esas cosas
que de tí yo amaría.
Y amé tu sonrisa,
tus ojos, tu boca, tu risa...
y tu ser me dio esa paz
que yo no conocía.
Y amé tu mirada,
tus manos, tus lágrimas,
tus besos...
y todo lo que tu cuerpo
prometía.
Tantas cosas que yo amé...
hoy las amo todavía.
Muy lindo poema, Francisco. Me gusta mucho. Saludos
ResponderEliminarGrácias Lumy. Encantado de que te guste :)
EliminarGrácias. A mí me gustan mucho tus poemas y también me he hecho seguidor tuyo :)
ResponderEliminarEs muy bueno, me transmite mucho.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Grácias, me alegro de que te haya llegado :)
EliminarEste me encanto! :)
ResponderEliminarMuchas grácias. Un placer viniendo de tí, que me encanta como escribes :)
EliminarDIVINA , NO HAY PALABRAS ¡
ResponderEliminarMuchas grácias, me alegro de que te haya gustado :)
Eliminar