Suena aquella canción de ayer,
es de noche, el mismo lugar,
el pasado se viste en mi piel
entre la penumbra y mi soledad.
Hoy la distancia del silencio
nos separa y nos envuelve,
en el ayer que quedó en el viento
y deja mi corazón inerte.
¿Recuerdas nuestro primer abrazo?
esa ternura, el primer beso,
hoy que a mi soledad me agarro,
soledad de un amor que era eterno.
Como nos estropeó aquel día
esa lluvia, empapados de agua,
y como a mi lado corrías,
hoy es la lluvia que inunda mi alma.
Te acuerdas de las cartas de amor
aquéllas que entonces te escribía,
cuando todo era de color
y no en blanco y negro mi vida.
Y paseo bajo la Luna
como lo hicimos aquellos días,
caminando a tientas, a oscuras,
en mi soledad y mi agonía.
Te acuerdas de aquellas miradas,
y mis disculpas por llegar tarde,
y de aquéllas dulces palabras...
recuerdos que en mi corazón arden.
Y digo tu nombre en un susurro,
y me vuelvo para mirarte,
sin recordar que ya no soy tuyo,
que no hallaré a nadie que me hable.
Un pecado que no cometí,
una condena: estar sin tu luz,
y recorrer caminos sin ti,
buscando... buscando alguien como tú.